La Pandemia Global COVID-19

La pandemia de coronavirus COVID-19 es la crisis de salud global que define nuestro tiempo y el mayor desafío que hemos enfrentado desde la Segunda Guerra Mundial. Desde que su aparición en Asia a finales del año pasado, el virus ha llegado a cada continente, excepto a la Antártida. Los casos aumentan a diario en África, las Américas, y Europa.

Los países se encuentran en una carrera contra la propagación del virus, haciendo pruebas y dando tratamiento a los pacientes, rastreando los que tuvieron contacto, limitando los viajes, poniendo en cuarentena a los ciudadanos y cancelando grandes reuniones como los eventos deportivos, los conciertos y las escuelas.

La pandemia se está moviendo como una ola, una que aún puede romper sobre los sistemas y las personas menos capaces de hacerle frente.

Pero COVID-19 es mucho más que una crisis de salud. Al poner a prueba a cada uno de los países que toca, tiene el potencial de crear crisis sociales, económicas y políticas devastadoras que dejarán profundas cicatrices.

Estamos en territorio desconocido. Muchas de nuestras comunidades están irreconocibles, desde hace incluso una semana. Decenas de las ciudades más grandes del mundo se encuentran desiertas porque las personas se quedan adentro, ya sea por elección o por orden del gobierno. En todo el mundo, las tiendas, teatros, restaurantes y bares están cerrando.

Cada día, las personas pierden sus trabajos e ingresos, sin forma de saber cuándo volverá a la normalidad. Las pequeñas naciones insulares, que dependen del turismo, tienen hoteles vacíos y playas desiertas.

La Organización Internacional del Trabajo estima que se podrían perder 25 millones de empleos.

Cada país necesita actuar de inmediato para prepararse, responder y recuperarse. El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha lanzado un Plan Mundial de Respuesta Humanitaria de US$2.000 millones en los países más vulnerables del mundo. Los países en desarrollo podrían perder al menos US$220 mil millones en ingresos, y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo ha pedido US$2,5 billones para apoyarlos.

Basándonos en la experiencia con otros brotes como los de Ébola, VIH, SARS, tuberculosis y malaria, así como en nuestra larga historia de trabajo con el sector público y privado, el PNUD (Progrma de la Naciones Unidas para el Desarrollo) ayudará a los países a responder con urgencia y eficacia a COVID-19 como parte de su misión de erradicar la pobreza, reducir las desigualdades y crear resiliencia ante la crisis.

Destacamos las acciones simples que pueden mantenerte a salvo, como lavarse las manos con frecuencia, quedarse en casa cuando se está enfermo y no tocarse la cara.

Debemos reconstruir la confianza y la cooperación, dentro y entre las naciones, y entre las personas y sus gobiernos.

Mientras hacemos esto, también debemos considerar formas de prevenir una que una pandemia similar vuelva a ocurrir. A largo plazo, el PNUD buscará formas de ayudar a los países a prevenir y gestionar mejor tales crisis y garantizar que el mundo haga pleno uso de lo que aprenderemos de esta.

Una respuesta global en este momento es una inversión en nuestro futuro.

#estevirusloparamosunidos

 

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