COMEDORES DE TIEMPO

COMEDORES DE TIEMPO

Hay ciertos hábitos que muchos tenemos en nuestras vidas que, aunque parezcan normales, lo único que hacen es acabar con nuestra productividad.

Estos 15 son los más comunes.

Ser productivo puede llegar a ser muy difícil para algunos; para lograr cumplir todas las metas que nos proponemos tenemos no sólo que empezar a hacer las cosas, sino terminarlas. Para muchos el problema recae en las distracciones, y en esta época donde la tecnología nos abruma con información y entretenimiento, puede resultar más duro concentrarse en una sola cosa y realizar las tareas importantes.

La verdad es que todo lo que nos rodea, las decisiones que tomamos, las rutinas diarias que tenemos, el ambiente en el que trabajamos, etc., pueden influir muchísimo en cuan productivos somos. El tiempo es muchas veces más valioso que el dinero, así que lo ideal es no andar desperdiciándolo Para ello podemos empezar por identificar y eliminar todas las amenazas que están matando nuestra productividad. 

1. Concentrarse demasiado en el futuro.

Aunque los humanos vivimos únicamente en el “ahora”, lamentablemente nos preocupamos demasiado por lo que pasará en el futuro y por lo que sucedió en el pasado. Necesitamos concentrarnos en el presente principalmente para gastar el tiempo haciendo las cosas que pueden ayudar a obtener lo que se quiere en el futuro. No sólo vivir haciendo planes para después.

Esto no quiere decir que hay que vivir al límite y olvidar las metas a largo plazo que se tienen, pero sí hay que tratar de hacer algo cada día para agregar un granito de arena a lo que queremos lograr más adelante. Además, hay que tener claro que no se puede tener tanto control sobre el futuro como quisiéramos, porque las cosas siempre están cambiando.

2. Distracciones tecnológicas

La tecnología puede ser nuestra mejor y peor enemiga. Lo que hay que hacer es utilizarla a nuestro favor. Es decir, en vez de gastar 10 minutos en Facebook viendo fotografías de nuestros amigos, revisando el timeline en Twitter, viendo gatitos en Instagram, etc.,  es mejor gastar ese tiempo abriendo la app de tareas para para ver qué tenemos pendiente, revisando las tareas con calma para tener claro lo que debemos hacer en el día. Sabemos que esos 10 minutos siempre se convierten en mucho más tiempo perdido.

 3. Multitareas

Todos quisiéramos poder hacer varias tareas a la vez para terminar rápido, especialmente esos días en los que tenemos un volumen de trabajo interminable. El problema con esto es que los humanos no somos muy buenos haciendo varias cosas a la vez, (no importan cuánta gente crea que puede enviar SMS y conducir a la vez sin causar un accidente en la carretera) lo que dará un resultado completamente distinto al que queremos: se harán menos cosas y las que se terminan no tendrán la calidad máxima que se merecen, por lo que muchas veces tendremos que volver a comenzar después de malgastar el tiempo haciendo las cosas mal y a medias.

4. Atrasar decisiones

Es muy fácil dejar a un lado un problema y olvidarnos de que existe, pero cuanto más se posterga el tomar una decisión porque no sabemos qué hacer, más vamos a malgastar el tiempo buscando distracciones que nos eviten la molestia de pensar en el problema, distracciones dañinas que afectarán a todas las demás cosas que debemos hacer. Si no puedes decidir algo porque no estás seguro de cuál es el camino adecuado, lo mejor en este caso es concentrarse en buscar soluciones en lugar de perder el tiempo atrasándolo hasta el límite.

5. Decir que “sí” demasiado

Cualquier persona productiva dirá que sabe muy bien cuándo decir que “no”. No hay que sentirse mal porque otras personas necesiten tu ayuda y tú no puedas dársela en determinado momento. Hay que considerar que tu tiempo es muy importante y que necesita ser organizado de una manera que funcione para ti y no para los demás. Si te preocupa que otros se molesten contigo porque les has dicho que no les puedes ayudar, entonces trata de explicar el razonamiento detrás de esta respuesta; la mayoría entenderá muy bien por qué, y si no lo entienden es mejor separarte de ellos porque son tóxicos para tu vida.

6. Comer alimentos inadecuados

Sí, comer comida chatarra es pésimo para la salud en general y también muy malo para la productividad. La razón es muy simple: el cuerpo tarda mucho más tiempo en digerir este tipo de alimentos, lo que hará que gaste más energía en el proceso de digestión y menos en las tareas que debes hacer. Así que comiendo al menos tres veces al día un plato de comida sana, será excelente porque tendrás más energía para gastar, en lugar de estar lento y torpe sintiéndote lleno todo el día.

 7. Ser perfeccionista

Una cosa es tratar de hacer el mejor trabajo posible y otra es atrasar un proyecto porque no está “perfecto”. La noticia es que nada puede ser realmente perfecto, todo tendrá un problema por aquí o por allá, así que usar esto como excusa hará que nunca termines nada. Si necesitas un poco de ayuda para controlar este problema, trata de hacer que alguien más revise el trabajo que estás haciendo y que te dé una opinión honesta al respecto; lo más probable es que piensen que está mucho mejor de lo que tú crees.

8. No hacer bien el trabajo la primera vez

Cada vez que se hace un proyecto hay que poner todo el esfuerzo que sea posible desde el principio para que el resultado te deje feliz a ti y a tus superiores también. Si tienes que regresar a hacerlo de nuevo, estarás consumiendo mucho más tiempo del que debías, bajando tu productividad y atrasando otros proyectos. Si fallas no es el fin del mundo, pero la idea es darlo todo desde el principio. 

9. Preocuparse por las cosas equivocadas

No te preocupes por los comentarios negativos que otras personas tengan de ti. Claramente tienes que escuchar las críticas constructivas que tienen tus colegas y seres queridos, pero sólo si son ofrecidos con esta finalidad y no para hacerte gastar tiempo. Y no te preocupes si las cosas no salen como querías que salieran; existen muchas variables en nuestra vida que están fuera de control.

10. Demasiadas quejas

Cada vez que nos quejamos estamos gastando tiempo y energía en este comportamiento en vez de hacer algo al respecto. Hay que ser una persona que toma las riendas de su vida y que cambia todas aquellas cosas que no le hacen feliz. Lo importante es aprender a lidiar con este tipo de situaciones y tratar de hacer lo mejor que se pueda.

11. No tomar descansos

Trabajar durante muchas horas sin parar puede hacerte ver como si tuvieses un súper poder. Sin embargo, será malo para la productividad porque te drenará la energía rápidamente. Por esto es que la técnica Pomodoro funciona tan bien, porque hace que trabajes enfocado durante un tiempo en una tarea única y descanses unos minutos entre cada sesión de trabajo.

12. Permitir que otros controlen tu calendario

No dejes que nadie controle tu tiempo, debes ser tú quien decide qué hacer y cuándo hacerlo. De esta manera podrás organizarte mejor. Eso sí, el calendario debe cumplir con ciertas características, como programar tiempo en donde nadie te moleste para concentrarte en una tarea, tener descansos, y horas para dedicarles a otras personas que trabajen contigo o que necesiten ayuda con algo.

13. Notificaciones encendidas

No hay nada peor para la productividad que tener encendidas las notificaciones en tu PC y las del móvil. Apágalas cuando sea necesario para evitar perturbar tu tiempo de trabajo, las notificaciones estarán ahí cuando te tomes un descanso entre tareas. Para aquellos que no se sienten cómodos apagando todas las notificaciones por si hay alguna emergencia, existen aplicaciones que las filtrarán para que sólo suenen o vibren aquellas que tú consideres verdaderamente importantes.

14. Desorden en el área de trabajo

El orden es vital para la productividad y si tienes una oficina desordenada afectará a la manera en que trabajas. No importa si crees en la energía positiva o en el “feng shui”, el desorden es terrible porque sentirás que estás sofocado en un sitio lleno de cosas que están fuera de lugar. Organiza tu sitio de trabajo y extiende esto a tu ordenador si lo usas como una herramienta para trabajar.

15. No dormir lo suficiente

Si no duermes suficiente tiempo todos los días, entonces tu mente se drenará perdiendo energía en mantenerte funcionando. Trata de acostarte a dormir a la misma hora todos los días para que tu cuerpo se acostumbre a despertar por sí solo a una hora específica. Esto debería ser parte de la rutina que ayudará a aumentar tu productividad.

Fuente: Invassat

0 comentarios

Escribe tu comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Agradecemos tu participación.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *